DEPORTE Y BIPOLARIDAD (I)

UNA VISIÓN PERSONAL


Me pide mi buen amigo Pilio, al menos esto es la sensación que me trasmite, que escriba una líneas para RISSAGA , la revista de los bipolares de Menorca , él mismo me sugiere el tema conocedor de mi afición por el deporte y aquí me encuentro sentado en mi “oficina”, rellenando un papel de reutilización, con letras, comas, silencios…,

Después de haber estado viendo una impresionante etapa del “Giro”, impresionante por su desenlace deportivo: Savoldelli mantiene el Rosa ante los embates de Simoni. Impresionante por la magnificencia del entorno, los Alpes Cottiennes- entre Turín y Grenoble- e impresionante por el placer que siento viendo sufrir a los “otros” dándole a los pedales, después de mi “Giro” particular de esta mañana, ida y vuelta a la Mola, fuerte, camí d’en Kane, más dos subidas a la cuesta de Korea a tope, total 3 horas y 76 km.
He pensado que mejor que escribir sólo sobre deporte me resulta más interesante hacerlo sobre deporte y bipolaridad. Podría enfocar el tema desde diversos puntos de vista , sociológico; el deporte como instrumento de integración en los discapacitados psíquicos. Desde el punto de vista psicológico, el deporte como herramienta en la construcción de un eje de oscilación personal donde en mi opinión tienen una importancia fundamental las endorfinas.

Con relación ha la oscilación de la conducta, recomiendo la lectura de las obras del psiquiatra Argentino, Eduardo H, Grecco, al cual tuve el gusto de conocer el pasado invierno en la asociación de Bipolares de Asturias. Sus postulados e idearios son totalmente opuestos a los admitidos por la comunidad médica, están basados en razonamientos y premisas correctas lo cual implica conclusiones acertadas y creíbles al menos en apariencia. Son libros de Grecco, “Despertando el Don Bipolar” y “La bipolaridad como Don” (Ediciones Continente)
En estos momentos el punto de vista que más me seduce es el personal, “bipolaridad y Yo”, la frase puede parecer que no tiene ninguna relación con el deporte, pero Yo y el deporte son la misma cosa.
Hay algo que siempre me ha llamado la atención en mi vida y es que sin tener ningún antecedente deportivo en la familia, ya desde niño sentí la llamada del deporte de una manera difícil de explicar.

Recuerdo que en mi infancia quise jugar en el equipo de Básquet , pero no me dejaron por pequeño, no de estatura, sino de edad. Sin dudarlo un momento pedí a los Reyes Magos un balón de baloncesto, no sé aún a quien tengo que agradecerlo, si a Melchor, Gaspar, Baltasar…, pero el Balón esperado estaba en el sitio deseado. Así comencé mi aprendizaje autodidacta y solitario, que con el tiempo descubrí que este espíritu solitario y autodidacta seria una constante en mi vida. Mi relación con el deporte comenzó a edad muy temprana, supongo que antes de los 10 años, relación que no ha hecho más que fortalecerse hasta el punto de ser un solo ente “El deporte y Yo”

Antes mencioné el concepto de “ eje de oscilación personal “, la creación y desarrollo de un eje de oscilación personal debe ser objetivo a conseguir de cualquier Bipolar que afronte su patología desde una posición de responsabilidad consigo mismo, teniendo en cuenta que la medicación es fundamental y en muchos casos imprescindible, pero de poco sirve actuar pensando que con tomar los fármacos ya esta todo hecho, la bipolaridad es mucho más que eso. El bipolar debe tener una actitud de permanente conciencia de su problema, sobre todo cuando está estable, pues en las fases de inestabilidad poco o nada puede hacer. Esta actitud permanente le llevará poco a poco a la creación de ese eje personal de oscilación que nos permita tener una referencia en nuestro oscilar extremo del blanco al negro, de lo maravilloso a lo pésimo… y de esta manera poder controlar o al menos tener una referencia de nuestro oscilar emocional.

A partir de este punto mi experiencia personal de muchos años de relación con el deporte, me indica que éste constituye una herramienta de primer orden en la construcción de este eje de referencia en la oscilación emocional. Los motivos son varios, por ejemplo todos los estados emocionales derivados de la acción de las endorfinas ( responsable de los estados placenteros ) que el organismo produce durante la practica del deporte y nos beneficiamos especialmente después del ejercicio. La autoestima que se deriva de los logros conseguidos única y exclusivamente debidos a uno mismo sin ningún tipo de ayuda, llegar a correr una hora cuando el primer día solo podía correr diez minutos y con paradas, son logros que refuerzan mucho la capacidad del bipolar para pensar que también es capaz de lograr controlar su problema de salud. En mi caso ha sido así.

Juan Rodríguez Peláez
“Cicli”